lunes, 17 de mayo de 2010

EN SAN ISIDRO TODOS CONTRA EL VIENTO

Sábado 15 de Mayo de 2010, día grande en la Alberca de Záncara. Todo el pueblo desde bien temprano se preparaba para uno de los días más importantes de la localidad. Preparativos, viajes a por leña, cafés mañaneros y un ajetreo matinal impropio de un sábado cualquiera en el pueblo.

A pesar de todo esto, Contraviento no faltaba a su cita y a las 8:00 horas seis de los más valientes corredores se reunían para tomar salida dejando de lado la pereza de un día de fiesta. Así, Leopoldo, Paco, Jose, J. Domingo, Javi y Carlos ponían rumbo a San Clemente en una mañana aparentemente soleada y tranquila. El aire a favor en los primeros kilómetros hacía volar al pelotón y ayudaba a soltar unas piernas a medio rendimiento todavía. Los relevos se sucedían y los primeros 20 kilómetros se completaron con gran facilidad pedaleando a un ritmo alegre y descansado. Al girar hacia Casas de los Pinos se empezó a vislumbrar las peligrosas emboscadas que el viento nos tendería a lo largo de la etapa. Pues al cambiar de rumbo el viento daba su bienvenida con un mensaje claro "Agarraos al manillar que hoy voy a soplar". Y así fue. Había que acoplarse bien y dar el callo en los relevos para mantener el crucero a toda velocidad.

El grupo volvía de nuevo a San Clemente y se dirigía a Villarobledo con un aire molesto que ya no nos dejaría hasta el final de la etapa. Los árboles y cunetas eran los mejores aliados de Contraviento, ya que ayudaban a parapetar un fuerte viento que nos esperaba en cada tramo de asfalto. Al llegar a Villarobledo miniparada y barrita rápida para afrontar los últimos 30 kilómetros de la etapa que se predecían duros. A los pocos kilómetros de la reanudación se unía al grupo un nuevo Contraviento que realizaba una preparación diferente a la del resto ya que el domingo disputaría la Cicloturista de Casas Ibañez. Así con la incroporación de Alberto se llegó al Provencio y se ponía rumbo a La Alberca. Pasado el último "pico" de los 5 que se superaron en la etapa, los últimos kilómetros se hicieron pesados con un aire ruidoso y racheado pero que no fue suficiente para parar a un pelotón más que curtido en estos quehaceres.

Una vez llegados al pueblo, ducha rápida y camino a la Serrezuela para disfrutar de un día de San Isidro espléndido.

Carlos!

1 comentario:

  1. A nosotros no nos para ni San Isidro ni el Viento......jejejeje

    Un saludo a todos

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