CONTRAVIENTO NO TEME A NADA.

Fin de semana de perros. Una lluvia fina a todas horas y un frio cortante han sido los invitados de La Alberca durante estos días. Poco ambiente en el pueblo, todos refugiados en sus casas ya que a nadie se le ocurriría hacer nada en el exterior... ¿A nadie? Cuando Contraviento está de por medio nada es imposible.

El sábado amaneció lluvioso y la salida se suspendió, Contraviento se quedó con las ganas de la ruta habitual y de las gachas a las que Alberto invitaría por cumplir años. Pero el remusillo por salir quedó y algunos tenían la esperanza de un domingo piadoso que permitiera una salida, aún así, el panorama era desolador pues la lluvia y el frio no amainaban.   


El domingo ha amanecido con sol, pero... ¡sorpresa! un viento huracanado imposibilitaba prácticamente salir en bici. Contraviento no se ha arrugado y ocho valientes se han lanzado a la aventura y a un sufrimiento asegurado. Paco, Jose Mª, Leopoldo, Alberto, Carlos, Felipe, Luisito y Tito (que más tarde saldría al encuentro) han tomado salida desde la sede a las 9:30 h. dirección Sta. María. Mención especial a Carlos que volvía a salir con la peña tras su operación de rodilla ocho meses después. Desde el principio el viento ya pegaba fuerte, pero el grupo ha demostrado ser sólido aguantando rachas de viento por encima de los 50 km/h. Los relevos se sucedían y los ánimos también; era la única manera de no decaer en el ánimo ni en el intento.


Una vez llegados a Sta. María el pelotón se desviaba hacia Villar de la Encina y nada más hacerlo ¡ZASCA! Un viento frontal, terrible, oponía una resistencia bestial a unos ciclistas que luchaban con todas sus armas contra unas rachas que más de una vez han estado apunto de volcar a unos y otros. Pero no quedaba otra, bajar cabeza, subir piñones, coger bien la rueda y cuando tocaba el relevo darlo todo. Más de 13 kms. han desgastado las fuerzas de Contraviento pero no han podido con el grupo.


Una vez en Carrascosa el panorama ha cambiado radicalmente, el viento que tanto daño había hecho ahora soplaba a favor para llevar en volandas al grupo. La anécdota de la jornada llegaba cuando un corremundos gigante casi tira de la bici a Luisito al quedársele enganchado en la cadena. Además el ya bautizado como "Corremundosman" ni corto, ni perezoso ha intentado quitárselo de encima a patadas con lo que casi consigue tirar a más de uno. Al final la cosa ha quedado en nada y el grupo ha continuado sin problemas.


Una vez reincorporado Tito Cayman al que se le han pegado las sábanas, Contaviento afrontaba las rampas de Sancho-López con el aire a favor y un ritmo alegre pero cómodo. El grupo ha ascendido todas las rampas como una piña y se ha llegado al pueblo sin problemas y con una sensación más que satisfactoria viendo el panorama climatológico.


Después, cerveza en Lavara y a ver el partido matinal para completar una mañana de viento descomunal. Más de uno ha preguntado al vernos si verdaderamente habíamos salido con la bici viendo el aire que hacía. ¡Estáis locos! decían. Pues a lo mejor lo estamos...

  Carlos